Trabajar y estudiar a la vez es como intentar bailar salsa mientras resuelves un cubo Rubik: suena complicado, pero no es imposible. De hecho, muchos universitarios lo hacen y sobreviven para contarlo (¡con café en mano, claro!). La clave está en encontrar un equilibrio entre clases, tareas, horas laborales y, sí, un poco de tiempo para ti. Aquí te dejo algunos tips para lograrlo de una manera eficiente. Ha llegado ese momento en que vas terminando la prepa y te acercas a tomar una de las primeras y más importantes decisiones de tu vida adulta, como: elegir carrera y decidir a qué te vas a dedicar profesionalmente.
1. Tu agenda es tu mejor amiga
Olvídate de confiar en tu memoria. Entre horarios de trabajo, entregas de proyectos y exámenes, lo más probable es que algo se te pase. Usa Google Calendar, una libreta bonita o incluso post-its estratégicamente pegados. Lo importante es tener claro qué tienes que hacer y cuándo. La organización es la primera línea de defensa contra el caos.
2. Prioriza como un profesional
Aprende a distinguir entre lo urgente y lo importante. A veces una tarea pequeña, pero inmediata puede evitarte un gran dolor de cabeza después. Haz listas diarias y táchalas.
3. No le robes horas al sueño
Parece tentador sacrificar sueño para “ponerte al corriente”, pero eso es como querer correr un maratón sin desayunar: al final, tu cuerpo y mente pasan factura. Intenta dormir al menos 6-7 horas. Si no puedes, procura micro-siestas de 20 minutos para recargar energía.
4. Usa tus tiempos muertos a tu favor
Esperando el camión, en la fila del café o durante un break en el trabajo: esos minutos suman. Escucha un audiolibro, repasa apuntes o adelanta lecturas. Un estudiante-trabajador sabe que cada minuto cuenta.
5. Habla con tus profesores y tu jefe
La comunicación es clave. Si tu jefe sabe que estudias, podría apoyarte con horarios flexibles. Si tus profesores saben que trabajas, tal vez te ofrezcan alternativas para entregar tareas. No se trata de pedir favores, sino de construir puentes.
6. Date un respiro
Aunque tengas agenda, energía y voluntad de acero, necesitas un respiro. Dedica tiempo a algo que disfrutes: ver tu serie favorita, salir con amigos o practicar un hobby. Un descanso real es parte de la productividad.
Trabajar y estudiar al mismo tiempo no es un castigo, es una habilidad que te prepara para el mundo real: gestión del tiempo, responsabilidad y resiliencia. Y aunque el camino pueda sentirse cuesta arriba, recuerda: cada desvelo, cada esfuerzo y cada logro te están construyendo para un futuro más sólido.
Así que, la próxima vez que alguien te pregunte “¿cómo le haces?”, solo sonríe, toma tu café y sigue avanzando.
Recuerda que en el IES contamos con planes ejecutivos para nuestras licenciaturas. El poder estudiar y trabajar al mismo tiempo es posible con nosotros
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